01.ene.2014 CAZADOR DE GITANOS

Observen filosóficamente el concepto “cadena”, y tóquense las que se lucen en el cuello. Pueden  enfrentarlas ahora con la cola de mujeres apuntadas en los clubes del oro. Ellas van por las joyerías de barrio, dando un dinerito que no tienen, poquito a poco, para conseguir más cadenas.

Es que son tantas las nietas y los niños, es que son tantas las cadenas, es que son tantos los fantasmas arrastrando las cadenas de oro y las melladas por el gabinete del ideario flamenco-andaluz.

El DJ Tempul va y me tira un cante:

 

La que mira el escaparate

intensamente y dejándose los ojos

refleja que por mucho que se fije

nunca se convertirá en oro…

 

 ¡Que cantar bien no es llegar al octavo piso de la garganta… o comprarse un ático de gañote… que cantar bien no es calcarlo… que te estás comiendo lo que se comió la alondra… que el disco lo cortan y lo pegan… en las fotocopiadoras 3D ahora fabrican de todo… no seas celibidache, primo… pero hay una caterva de cantaores a la calandria que incorporan en la voz de su máscara hasta las frituras de las grabaciones analógicas…!

En el tercer recogimiento del misterio de sus voces, increíblemente, son capaces de cantar y reproducir a la vez los motores bifónicos del Pepe Toshiba y Antonio el Sanyo funcionando juntos… y hasta rematan con el claqueteo incluido de la botonera de plástico del radiocasete… con la tecla cascada del play que siempre se cae al suelo… hay cantaores que imitan a la perfección la cinta de Manuel Vallejo… desde que empieza hasta que salta… y te llevan a la visión de la sala de espera de un ambulatorio cualquiera… con las reverberaciones que producen las viejas esperando la vez…  y los viejos vendiendo lotería… hasta se oyen las percusiones de las extremidades cayendo… y el eco que producen los miembros rebotando en el suelo de granito de la leprosería de San Lázaro…rancapinoconunpino

Por la calle San Luis de Sevilla pasan muchos flamencos, como cien mil hijos, arrastrando teatralmente cadenas, haciendo como si no se hubieran bajado del tren. Había un grafiti banksyano de Maradona al lado de un teléfono “público”, ocupado por el batería suplente de La Máquina Blonde. Y andando andando me metí en la casa de vecinos deshabitada donde vivió el cantaor Manuel Vallejo, que estaba abierta por obras.

Éste es el patio grande… por aquí estaría la cocina comunal… el corral… por este portillo que da a un callejoncito sin salida entraría Vallejo ajumado… para que nadie lo viera, si es que volvía… si es que vivió realmente donde dicen los alcaldes… porque ahora son los alcaldes quienes se inmortalizan  en las placas de las calles: –¡Y este adoquín del bordillo lo puso fulano… y este bolardo… y esta reja… y este vado también!

Y del patio en obras me llevé un azulejo, con su pegote de escombro antiguo… del mismo sitio por donde el cazador de gitanos creyó que el artista flamenco y psicofónico tenía el paso.

¡Vaya querencia de ruina! Como un fantasma ahora era yo el que cargaba… con el zombi de Vallejo… subido a caballito en mi espalda… andando con un cascote arenoso que pesaba lo suyo… que no cabía en el macuto y lo dejaba todo perdido de arena de casa vieja… como el cajón de la mesa donde aterrizó… hasta que de la clausura del escritorio volvió a la basura…  llegando a otros vertederos.

Era toda una cadena de despropósitos, puesto que las grabaciones de Vallejo también irán a la basura negra, mañana mismo. Arza.

 

 

 

 

 

15.dic.2013 COMEDORES DE UÑAS

Suena el teléfono y DJ Tempul lo coge: ­–Sí… dígame…

–Se trata de la guitarra del anuncio en la teletedeté municipal.

–¡Ah… ji?

–¿Es colorada, no?

–Sí… coloradita…

–Pero es que en la foto que sale en la pantalla de la tele no se ve la etiqueta del instrumento… ¿de qué marca es?

–Tenía una etiqueta amarilla muy fea… y le pegué encima un cuadro que está en un museo ruso… un Caravaggio en el que sale un guitarrista o tañedor… que se sabe que se llamaba Montoya… venía en la partitura…

–¿Pero de qué marca es?

–Philips… la tele es una philips… mire, por el precio que se vende la guitarra puede ponerle el nombre que quiera…

–¿Montoya… la marca entonces es Montoya?

–Que ji…

–¿Y el uñero?

–¿Qué ocurre? –respondió DJ Tempul estudiando los sonidos de fondo del hogar del comprador: se oía a la familia que parecía atender a la vez al parto telefónico, en un ambiente casero de domingo por la mañana en un piso pequeño, donde alguien a veces apuntaba preguntas a la voz compradora, que sonaba flotante por no tenerla entre las venas.

–Es que yo le digo uñero, ¿me escucha?

–Sí, el golpeador lo traía de fábrica… no tiene arañones ni ningún agujero que esté tapado con el plástico blanco… ¿qué te crees… que la guitarra se la he quitado a un muerto?

–Yo te daba tanto, pero es que las hay a tal precio y después suenan como un cascajo –dijo el cascajo atravesando con la gota de la nariz todos los pisos del bloque, la antena del vodafone y el radar del sistema integral de vigilancia exterior del estrecho de Gibraltar.

–¡Hombre… es una guitarrita muy apañada… vale para matar el gusanillo… y todavía no ha vomitado nadie dentro…!

pielfortguitaramaniquí Ahora en la casa sonaban músicas de los carnavales de Cádiz al fondo. Era buena fecha para deshacerse de objetos musicales. La madre del comprador arreaba para bajar el ridículo precio.

–¿Y no me la puede usted traer a mi casa para yo verla?

–¿En coche de caballos…?

–¿Y trae afinador digital?

–No…

–¿Y la funda que se anuncia?

–¡Flexible! ¡La funda es flexible! Si te interesa nos vemos ahora en un sitio intermedio… en el bar del Ave Turuta, dentro de un cuarto de hora…

–Es que yo estoy en pijama.

–Y yo también…

El jaleo de fondo del teléfono demostraba que la madre no le iba a dar al niño de cuarenta años ningún dinero, y menos para salir a la calle. No llegaría nunca al bar de la cita, perdiéndose así otro músico para siempre.

–¿Y cuánto tiempo tiene?

–Un año… un año… tú la oyes y me haces una oferta… la vendo para hacer sitio… para no verla más… porque está allí quieta… mirándome como la silueta del cadáver de un asesinato… con ese ojo tan grande y oscuro…

–¿Entonces usted es comparsista?

–¡Yo no…!

–Pues ya lo ha dicho todo, ¿cómo se llamaba usted?

Ángela Merkel.

–¡Qué casualidad, se llama igual que mi madre!

–Bueno… me llamas mañana y quedamos, Señor Drogui…

DJ Tempul colgó la llamada, desconectó el teléfono e inmediatamente tomó el consejo de El Niño de Elche: arrancó el cuadro ruso del fondo de la guitarra y pegó como etiqueta la insignia de un Audi 8 cualquiera.

¡Arza pilili!

 

 

 

02.dic.2013 MALDICIÓN GITANA

¿Quién es capaz de reírse ahora de la maldición gitana de la gran Remedios Amaya? Ella ya sabía que sería Europa quien manejaría la banca hacia la deriva. Es lo mismo una maldición gitana que la adicción flamenca a quedar siempre de comparsa.

Los flamencos se empeñan en seguir haciendo de relleno en festivales y concursos musicales de televisión.

Cientos de grupúsculos de baile de niñas y adolescentes, los múltiples cuadritos flamencos unifamiliares que terminan exponiendo al niño, y hasta el Caraoscura,  han pasado por la trituradora del oráculo de la tele y la radiobasura, sin darse cuenta de que eran pinchitos de cañón, la infantería del pueblo jaleada a convertirse en bulto, en puro relleno musical.

Y en los noticiarios pasa lo mismo: cuando el asunto puede ser escabroso y delicado de explicar llanamente, siempre se hacen comparaciones donde se recurre a Andalucía, con el fin de no ofender a terceros, sencillamente por ser Andalucía el más simpático de los territorios.

No se lo crean, porque somos relleno, o como dice un cartel de la playa de Bolonia: zomos Ruinas Romanas. Escombros.

Cuando falleció Fernanda de Utrera, el telediario nacional lo refirió usando imágenes de la artista como relleno de los títulos de crédito del propio informativo. A la mujer no le dio tiempo ni a abrir la boca, porque cuando iba a arrancarse en la grabación de archivo, se terminaron las letras pequeñas y el telediario. Así que siempre dura más en pantalla cualquier aurresku inaugurando una pamplina, que el miniduelo audiovisual de una cantaora histórica muteada . Igualito que cuando se murió la Oum Kalthoum, lo mismo.

ponybravo ¿Quién es capaz de reírse ahora de la maldición gitana de Remedios Amaya?

Con el Ay, ¿quién maneja mi barca?, que a la deriva me lleva…  es demasiado fácil sustituir “barca” por “banca”, pero en la deriva pueden ustedes escoger las orillas de destino o las fronteras insalvables que deseen, incluso las laborales, porque somos relleno, y ya no se dice “gente” sino que se sustituye políticamente por la palabra “público”.

En documentales artísticos sobre matanzas industriales de cerdos se rellenan las imágenes del tránsito del animal con el sonido de una seguiriya; la novela La Colmena empieza rellenándose con un gitanito esquizofrénico que canta; escenas del cine mundial se han rellenado con un cante o un baile flamenco; el mismo musical West side story no deja de ser un cante jondo estirado al máximo; la campaña audiovisual de la candidatura olímpica 2020 del Madrid de la Botella se ha rellenado con flamenco; los compositores románticos europeos que rellenaron España no vinieron a ver y oír la patum-patum catalana… pero somos relleno del relleno: el flamenco es relleno del relleno andaluz que separa los tabiques vascos y catalanes, que reciben todo el lustre y se embellecen culturalmente. El flamenco es puro poliuretano, una espuma aislante anaranjada que se infla en el enclaustramiento.

Sólo hay que oír la radio nacional musical de Radio 3 para saber que el andaluz no es nadie. Nos están bombardeando desde hace dos años con un pop indie-ñoño cantado en catalán, a todas horas y en cualquier programa de la parrilla… ¡que sí, que sí… que Antonia Font son los Wilco de Gramanet o del gramo neto, y Oliva Trencada están muy bien, pero podrían equivocarse y pinchar a Tabletom, 713avo amor y a Pony Bravo también seguidamente a las ocho-nueve-diez y once de la mañana.

Dicen que el cante y los toros están pasados, se trata de un comentario tipo propio del ignorante que se ahorra esfuerzos intelectuales, porque más antiguos que el flamenco y la tauromaquia son por ejemplo los Antones Reixas, Alaskas, Ramoncines y Fermines Muguruzas que cantan más que la pelota de un futbolín, y que llevan rodando un milenio tocando todos los palos.

Quizás sea porque el flamenco se ha estereotipado ya como la música que se le pone a los anuncios institucionales del aceite virgen de oliva, y a los stands de las ferias internacionales del turismo sexual.

¡Zacatón, zacatín!

26.nov.2013 APARECIDOS

Encima de una cómoda muy alta y vieja hay una gramola oxidándose. El pañito la separa del contacto con la madera. Ripoll toca con los nudillos sobre el mueble, dándole forma a un ritmillo peludo, como si llamara tímidamente a la puerta de un médico, o calculara con el oído el contenido líquido de un barril.

–¿Estás haciendo morse?

–Estoy conectando mediuménicamente  con Tío José de Paulatoc-toc… toc… el dueño de la gramola… toc-toc… toc… trocotroc… la gramola era la suya…

–¿Y es buena?

–De caoba.

–Digo la gramola.

–La gramola no dice nada… toc-toc… toc… es la personita la que dice lo que lleva dentro… pero este aparato estaba todo el día en la calle… era muy solicitado… toc-toc… toc…

La bocina metálica del gramófono de repente giró a diestro su gran boca hacia Ripoll, que ni se inmutó.

–Debe estar rota… (toc-toc… toc)… qué raro, esos últimos toques no los he dado yo –pensó– . Al flamenco le pasa como a la ouija, que siendo un simple juego de mesa ha pasado a convertirse en un tablero –o tablao– demasiado serio…

–Pero se trata de una seriedad interesada.

–¡Claro!…cuando en el castillo no hay nada que enseñar o vender pues el dueño se inventa un fantasma… se abren las arcas y desfilan todos los espectros del pasado… exigiendo la alta fidelidad a la herencia musical… pero ¿qué herencia ni memoria histórica?… como si hubiera una memoria palante… como si hubiera fantasmas del futuro… esta gramola sí que fue una herencia, palpable… él mismo pielfortmarquesdomecq se la dejó al marqués de Domecq en un picnic, total que no se la devolvió porque tenían mucha amistad…  y  después una tarde el señor marqués se la regaló a Manuel Torre diciéndole: –… esto sí que es un pollo inglés que canta sin echarle de comer… y le endiñó hasta un taco de sobres con los propios discos de Manuel incluidos… y de él pasó la máquina a Tío José de Paula… pero antes el artefacto había ido rodando por casi todas las casas y patios del barrio… que si ahora está en casa de fulano… que si se la ha llevado ahora mismo menganito… así que todo el mundo se aprendió el mismo disco de memoria como las cotorras… y allí estaban todos, los grandes, pequeños y más chicos mirando el cartón dando vueltas, dando vueltas… más vueltas que la misma gramola… era una procesión de barrio interminable… cruzabas una calle y veías el dichoso embudo dorado de latón asomándose por la esquina… el mismo Manuel se tuvo que ir a Sevilla…  harto de escucharse a sí mismo allá por donde iba… yo, que he estado en el Broadway, he visto andando por la calle a los negros del rap con la radio a cuestas, pues pasaba lo mismo ¿o no?… otros dicen que Manuel se fue a comprar unos relojes… para saber qué… ¿la hora de comer en los tiempos de la  hambre?… y además no creo que Tío José se fuera hasta el Japón… pero esta gramola sí… porque en la chapita dorada que tiene aquí atornillada al lado de la manivela pone: C-h-i-n-a… que está hecha en la China, vamos.

La bocina del gramófono volvió a girar a siniestro, chirriando sobre sí misma. Ripoll se rascó la cabeza, salió del archivo sonoro andaluz, y se despidió del guardia jurado en la puerta del edificio, que no había recibido más visitas que la de Ripoll y estaba completamente vacío.

–No señor, los técnicos y el delegado no han venido hoy… y por la hora que es ya no se pasarán… seguro.

–Haga el favor de decirles que Ripoll ha vuelto… que he vuelto, pero a cantar, no a recoger placas… ni pedir homenajes ni dinero.

–Sí señor, pero ya sabrá que… ahora con la crisis hay más cantaores que público.

En la calle había una claridad extraña, la causa era que faltaba una bodega y su fachada, que habían sido derribadas para hacer pisos. Faltaba media calle. Empezó a lloviznar y los excrementos de los perros aquilatados durante el verano comenzaron a hidratarse, apareciendo más peligrosos y abundantes. Ripoll los esquivaba pensando, otra vez, que tanto en la ouija como en el flamenco se había perdido ya hasta el vaso, de vino. ¡Huye!

04.nov.2013 LA GALLERA INFINITA

pielfort-camoesEl Maruñón, que viene de El Puerto de Santa María, en la estación salió corriendo hacia el DJ Tempul y le dijo muy alarmado: –¡Es terrible… el flamenco no es que esté en crisis… es que se ha terminado… me lo han dicho en la rave del Monkey Week en Valdelagrana!

­–Lo mismo se decía del teatro y la novela, son excusas para subir los precios y pedir más dinero… además, ¿qué flamenco dices que se ha acabado: el flamenco de los cabales hartos de vino… el flamenco de los niños que salían del cine bailando kung-fu  y remeando a Joselito… el de las niñas que juegan al elástico… el de las niñas que todavía siguen enganchadas al elástico y siguen saltando al porno… el de las niñas que cantiñean  en una terraza el éxito de Poveda… el del oficinista que entona un villancico cargando con la caja de polvorones que le regala el banco… el de la señora a la que el banco nunca regalará un almanaque y está comprando ahora el pescado en el mercado y que canta divinamente aunque nadie lo sepa… el del borracho que vuelve a su casa con el piloto automático puesto… el de los chorizos que dan calor con la megafonía de las atracciones de feria… el del vendedor de bragas y sostenes de la plaza de abastos… el del vendedor de zapatos del mercadillo que te vende un zapato y te regala el otro… el del que oposita a dar la asignatura de cante jondo en el conservatorio… el del que ha ido a Teruel a comprar matas de alcauciles… el del que disfruta hasta el final de la barbacoa en la azotea del bloque de pisos… el del que acarrea el amplificador y pasa la gorra por el paseo marítimo… el del constructor de guitarras que no sale de su cuarto y mastica puntillas… el del que tiene todas las cintas de Ana Reverte y es adicto a las colombianas… el del fandango grande de Bárcenas… el de los romances infinitos de los eres… el de los cantaores concurseros que van a requerir los premios de las comarcas… el de la chica que jalea mecánicamente en las academias… el del saetero invitado al puenting de los balcones de los ricos en la semana santa… el de los vitalicios de las peñas que se soportan mutuamente para que te soporten también a ti… el del fotógrafo industrial que anima cantando y hace bailar a las escogidas damas de honor de las fiestas mayores… el del marinero ronco que a bordo compite contra el motor del barco de bajura… el que sale de los altavoces dorados de un automóvil al que le tiembla la chapa con el volumen y le cimbrean hasta las lunas tintadas… el de los cabreros reunidos que vuelven caminando campo a través desde la romería de la montaña vecina… el del que da el agua en la costa espantado por los helicópteros de la Stockhausen… el del que ha cobrado la nómina completa al final del mes que se indica… el del fandango infrasónico de los poetas yámbicos y muertos… el del que baila y se canta a sí mismo por lo bajini mientras ensaya… el de las comuniones, bodas y bautizos… el que se practica en los cultos de religiones alternativas… el del que tiene que cantar por cojones todos los días y a una hora fija… el del que se transmite por la radio y que es pisado siempre por las señales horarias… el del hijo que tiene que montar el numerito en el entierro de su padre… el del padre que no evitó que su hijo grabara un disco, o dos… el de un coro rociero ensayando en un primer piso a las diez de la mañana de un domingo… el de Cantinflas en la película Ni sangre ni arena donde se  quema al Niño del Brillante… el del que lleva cuarenta años viviendo y friendo papas en la Casa de España de la Bahía de Hudson o en la Pampa argentina…  el del arranque eterno de las películas de Tarzán… el de los cedés  que regalan las embajadas catalanas y andaluzas… el de las adaptaciones de los himnos de los pueblos, barrios y calles…  el de las mujeres entre las hogueras y a los que no pueden asistir los hombres… el del flamenquito apaleado de los Nuevos Medios… el de los bares cuando se cierran  y todavía hay gente dentro… el de los siete cantes por treinta euros de la tienda de discos Grammy… el del tablao de la Güija de Torremolinos o el de los bodegones barrocos sevillanos… el de los artistas que amenizan las cenas de protocolo en las embajadas… el del que canta en la ducha… el del que se le rompe la hucha… el del que se acaba de comprar una guitarra… el del que aprueba un examen… el de los niños del instituto obligados a hacer una zambombada… el de los anuncios publicitarios… el de los cantaores residentes de la bodega… el de los que piden otra paga y otro piso… el del que rellena los programas de concursos musicales de las televisiones… el de las locazas guineando en las parrilladas vegetarianas… el del que vale un euro en las montoneras de los supermercados… el de los discos que parece que se grabaron dentro de una tinaja… el del que anuncia el viento de levante y los temporales… el que creías que era de tu abuelo y de tu padre hasta que descubriste que era un tema original de Judas Priest… el de los yonquis pidones que han vuelto cuando se creían desaparecidos  en los ochenta… el del rebobine que nos viene encima de toda la democracia audiovisual… el de la queer rociera que nunca se convertirá en Friné… el de la vieja al enterarse de la subida del butano y de los pañales de última generación… el de los que mueren grabados y apaleados por las mozas y mozos de la policía masificada… el de los santos que le arrancaban la cabeza como escarabajos y seguían cantando… el de la chicharra dejada caer en la carrasca viendo cómo cierran la fábrica del hormiguero… el de la novia blanca al novio colorado… el de los artistas locales que se anunciaban de relleno en los circos ambulantes de variedades… el de los que están cortando uva….  el de los que han terminado de cortar la uva… el del que te despierta en el camping de Toronto… el de las coreografías de las nadadoras sincronizadas… el del político ajumadito en el crucero por Grecia… el de las promociones de los juegos olímpicos de Madrid… el que se escucha subliminalmente todo el tiempo en la banda sonora de West Side Story… el del festival que organiza Gerardo Núñez en plena marisma de Trebujena… o el que constantemente reciben del espacio exterior todos los observatorios astronómicos que están al corriente del pago de la luz eléctrica? ¡Ea!

29.oct.2013 PAJARITOS FRITOS

El cuento de criarse en un ámbito artístico debe ser que tus progenitores te secuestran y te roban la infancia y la juventud, metiéndote en un zulo y no dejándote salir hasta que tus emisiones sonoras se parezcan a algo, y a poder ser al modelo escogido.

Si el fenómeno de cultivarse en el ambiente artístico llega a producirse, el único fruto será rayos fusionel del oficio que adquiere el niño, pero el adjetivo artístico desaparecerá, simplemente porque en el arte no se mide. El ejemplo se encuentra en las proyecciones de Albert Speer, en los diseños de los violines-trompeta y en el exceso de extremidades, vértebras y materiales en la historia de la pintura grande.

–No sé si serán los ármonicos de su canto… o cuando ataca todo el coro… entonces la música te hace clic…

–¿Y qué me dices de los pelos-de-gallina que me están saliendo en el brazo? A los mutantes flamencos siempre se les distingue porque se les eriza exclusivamente los vellos de un brazo.

Los pajaritos canoros no cantan en libertad en contra de lo que la gente cree, como aquella madre que empujó a su hija para que saludara al oso en el zoológico. Los pajaritos nuevos en plena libertad necesitan copiar el cante de otros ejemplares, a los que imitan mientras crecen. Si el ave llega a criarse libre en un territorio en el que falta ese mayoreo sonoro, el pajarito no dirá ni pío, ni libre ni enjaulado. Hasta los conservatorios se fundaron por este motivo.

El Torta repite que los pájaros cantan por no llorar, pero ahora los americanos han descubierto que las aves canoras no lo son porque no cantan: entre los ejemplares sólo se dicen auténticas barbaridades, y los pájaros solitarios que emiten sonidos continuados metidos en una jaula son tomados por locos.

Se han transcrito estos cantes de jaula, y resulta que los diminutos paseriformes se están cagando en todo los que se menea y les  rodea, arañándose la cara y el pecho contra las rejas, insultándose entre ellos y al mundo, revoloteando en sus estrechas tribunas llenas de alpiste.

En el extracto de un informe encontrado en Berkeley se puede leer:

 De jilguero a gorrión:

–Sí, es muy parecida a la férula communis

…es posible que sea tenuifolium.

–O ridolfia segetum.

–A mí me recuerda al disticloselinum, te lo juro…

 (…)

 Tanto a los niños como a los pájaros se les encierra en el mismo recinto, y se les ponen las mismas cintas con los modelos musicales indicados y eureka, sólo queda esperar recoger las ganancias del verdadero oficio flamenco, que ha sido siempre el de enseñar a bailar y tocar a otras personas, impartiéndose la docencia casi altruistamente en las accesorias, huecos de escaleras, patios comunales, azoteas abandonadas o las academias, que todavía no disponían del espacio y suelos adecuados, ni de los magníficos espejos.

Había entonces un gusto por el saber que no por el roneo, porque el arte flamenco se practicaba, antes los pobres se relacionaban entre ellos… y tenía un verdadero uso hedonista, social y doméstico, que no el fin actual de mera exhibición espectacular.

Por eso el estudio del garaje y los espejos siempre han cantado por bulerías. Y se puede ver desde Trebujena.

–¡Pues yo me he criado en un ambiente artístico! –dijo DJ Tempul.

–Sí , como Encerrada Morente… pero ahora cualquier actividad humana es artística… desde fregar platos en el Bulli… hasta despachar copas en los bares de ambiente. ¡Vamos a echarle carbón…!

15.oct.2013 PSICOFONÍA GITANA

Si hace un cuarto de hora el “flamenco” era una palabra abstracta, que designaba a una música maltratada, ahora es una palabra maltratada, que ha sobrevivido simplemente porque ha cabido bajo el amparo del paraguas de la fonética anglosajona.

Pero la palabra “flamenco”  -la que llena la boca al decirla-  no se queda pegada debajo de la lengua, como ocurre con los manjares y los generosos andaluces de las botellas rare signatum, sino que se usa como una llave inglesa, para todo, quedando al masticarla un regusto agrio en la boca, con notas metálicas finales en la punta de la lengua.

Y que se sepa, hoy el “flamenco” sólo es una palabra comodín que viene de Flandes, como el holandés errante, y que está desgastada por el abuso de manifestaciones socioculturales y psicofonías fantasmáticas.

Pero la vida se escribe en inglés, porque el sol moderno siempre ha salido por Gibraltar y se ha puesto en Rota. ¿Cuál es la palabra que primero oyen los hipsters españoles que acaban de camareros en la City? Flamencockney  no, “fla-men-co” of course. Y acaban tirando el disco de Vampire Weekend y Love of lesbian a la papelera del ordenador.

¿Sobre qué se le pregunta a un músico indie español que recorre el mundo en furgoneta? Pues por el flamenco. Ya sea en Bélgica o Berkeley. Así se cuelguen una guitarra Vox-vintage o una caja de puros carrasqueños electrificada:

 –Uso unos moogerfoogers

encadenados

y mando el sonido

a unos módulos interiores del piano

–como cajas de sonido–

y después envío el sonido al espacio.

–Muy bien.

 Eh, primo de riesgo… que la palabra es mía… no la gastes… el flamenco es una fase negrata del niño… un padre en coche deja a su hijo frente al hotel Octavio… cerrado hace dos años… el niño luce barba hirsuta pero calza un monopatín… treinta años democráticos para … la culpa es de la MTV que llegó muy tarde a España… van casi ochenta años de retraso colonial… muy joven para trabajar y demasiado viejo para rodar…  nadie se da cuenta que los discos de Iron Maiden y Leonard Cohen debían escucharse con trece años de edad… maldita revista Discoplay… ¿qué es un disco?… un cedé muy grande y negro… muy lento… ni giradiscos, ni cilindro, ni pizarra, ni vinilo, ni extended-play, ni max-mix 3, ni Gutenberg, ni brokers… todo es vinilo, todo viene en blister… todo es de plástico… hasta han encontrado propileno en Saturno… pues que lo reediten… eh, primo de riesgo… ¿qué es un deuvedé?… ¿qué era el plié, la plei y el ipod?… ¿qué era un maquero… un bolígrafo… un audiolibro?

Eh, primo… que estamos en otra época… nadie sabe ya qué era el trinaranjus, ni que  regalaba discos, nadie sabe ya quién era Naranjito de Triana, ni que regalaba guitarras, que había casetes gruesas como ladrillos, que nadie reconoce a la gorda de la ópera… ¿qué es una ópera?… mi padre nunca me ha llevado a la ópera… pero sé lo que ocurre en el episodio ciento veinte de Perdidos

Todos los formatos caducan, y hasta la forma de su escucha, porque no importa el libreto, hemos tirado hasta las cajas de los cedés… por el espacio, por el polvo, por las mudanzas… sí, en esta mudanza está ahora el flamenco, que por lo visto siempre es de alguien, y la palabra “flamenco” también, como ocurre con las palabras: FE, AMOR, ahoramismovengo, DESPUÉSTEPAGO y ETCétera.

Es misterioso todavía el poder aparente de la palabra FLAMENCO al emplearse: siempre provoca silencios o desviaciones en las conversaciones, cuando la única desarraigada es ella misma, como convención entre los ignorantes.

–¿Desarraigada de dónde, primo? ¿Ya estamos robando cohollos?

La palabra sigue funcionando como marca, como el cacareo de una idea, un conjuro, una superstición académica, como un biombo tras el que se ríen los espectros del pasado, ocultos en el reservado. SE VENDE.

–¿Y la gente compraba un objeto que sólo se oía? ¿Y qué interés tiene un hombre que sólo registra su voz? ¡Aquí no se ve nada!

El padre del skater ha vuelto para recoger a su hijo, que ahora habla en la acera del hotel Octavio con tres amigos adolescentes -una emo, un rapero y un gordito gotiquifrikisiniestrillo blanquecino con gafas-  a los que explica como un pedagogo rodante: –¡¡¡…y en la trigésima pantalla sólo tenéis  que coger un arma con cada mano, apretáis los gatillos a la vez todo el tiempo y… fiesta-fiesta-fiesta!!!

Así debería ser el flamenco, una fiesta global; pero lo que hay es demasiado flamenco y muy poco artista. Quien quiera oír que oiga.

Además tengo una aplicación en el móvil, que adapta vía satélite todos los moogerfoogers que tengo empalmados y programados de forma aleatoria,  para que interactúen según las variaciones de los vientos de Tarifa que predice y dicta internaúticamente  la página metereológica del Windguru. Anda.

15.oct.2013 Flamencos de alquiler por David Pielfort

Apertura del nuevo blog de la PIE.FMC de David Pielfort.

SOBRE EL BLOG
Flamencos de alquiler

Blog de David Pielfort.

AUTOR: David Pielfort
DAVID PIELFORT (1971). Salido de una novela de Dickens, es abandonado por los gitanos. Un banco le compró un cuadro. Su voz retumbó en la Bienal de Arte de Venecia, e Israel Galván ha bailado sobre su cuerpo. Otorgó la llave de oro del cante jondo a Paco de Lucía, en una pielfortmance que televisó La 2.
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